Torres de Serranos, o también conocidas como Puerta de Serranos, son unas de las dos puertas fortificadas de la muralla medieval de Valencia, fueron levantadas junto con la muralla por orden de Pedro en Ceremonioso entre 1356 y 1370.
El arquitecto fue Pere Balaguer, quién también colaboró en otras construcciones de la ciudad como La Catedral, el Miguelete y la Iglesia de Santa Catalina. En 1931 fueron nombradas Bien de Interés Cultural, por ser patrimonio histórico. También son consideradas uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar del siglo XIV.
Las Torres de Serranos, han servido como protección, entrada, cárcel de nobles, e incluso como bóveda durante la Guerra Civil española, donde dio refugio a unas cuantas obras del Museo del Prado en Madrid. La elección de este emblemático lugar no es otro que simbolizar la llegada de foráneos a Valencia siglos atrás, por el camino de los Serranos.
Hoy en día, el acto más destacado que se celebra en las Torres de Serranos, es totalmente conocido por los valencianos, y prácticamente por el mundo entero. Y es que, como cada año, a sus pies tienen lugar la Crida. Es una llamada que realiza la Fallera Mayor de Valencia el último domingo del mes de febrero para invitar a los valencianos y valencianas, y a todos los visitantes a disfrutar las Fallas. Es el acto que da la bienvenida a la fiesta de las Fallas de cada marzo. Sin duda, la historia de este edificio tiene mucha historia, pero también mucho presente y mucho futuro.
En la actualidad, puedes visitarlas y contemplar las vistas de la ciudad desde sus almenas. Se encuentra al borde del cauce del Parque Río Turia, sobre el puente con el mismo nombre, Puente de Serranos. La visita es obligada. Es una de las maravillas mejor conservadas de Valencia y un destino turístico imperdible.